En primer lugar, con todo respeto y humildad considero que mi trayectoria dentro del Poder Judicial (carrera judicial), de más de 25 años, ocupando varias funciones en distintas zonas del País (Defensor Público, Juez de Letras, Juez de Tribunal de sentencia en las ciudades de San Pedro Sula, Comayagua y Siguatepeque y por más de diez años como Magistrado de la Corte Segunda de apelaciones de Francisco Morazán) legitiman esa aspiración de ocupar un cargo dentro del más alto tribunal de justicia en el País. De igual forma considero tener las aptitudes, capacidades y los conocimientos técnico-jurídicos, mismos que se han adquirido en el transcurso del tiempo como funcionario judicial, para ejercer como Magistrado de la Corte Suprema de Justicia; En donde incluso en la actualidad me he desempeñado como Magistrado Integrante de plenos administrativos y jurisdiccionales, así como integrando tribunales de sentencia de altos funcionarios del Estado y procesos de extradición.