Mi familia siempre me enseñó que la honradez y el trabajo era lo mas importante. Siguiendo los ejemplos de mi abuelo, Don Emilio Hércules, y de mi madre la Dra. Sandra Hércules, mantuve siempre la vista hacia adelante con metas claras y alcanzables. Esto me permitió tener una variedad de trabajos tanto privados como dentro de la estructura del Estado. Y al par con esto poder seguir llenado de logros mi vida académica, logrando culminar una Maestría en China Taiwán que se me otorgo gracias a una beca de la embajada en Tegucigalpa. Posteriormente vi como un logro aun mayo obtener mi Execuátur de Notario. Y mediante mucho esfuerzo y una gran preparación académica, después de un muy largo examen de mas de tres hora y media, con unanimidad de votos, la Corte Suprema de Justicia me dio lo más preciado que el estado tiene que ofrecer, la Fe Publica. Hoy, soy un hombre que vive en plenitud, agradecido con la academia y el trabajo, pero con una prioridad absoluta en mi familia. Es a ellos a quienes me debo por encima de todo, y es por ellos que he decidido postularme para Magistrado de la Corte Suprema de Justicia, para poder aportar mi talento y de esa manera dejarles a ellos un mejor país.