De acuerdo con nuestra carta magna, Honduras es un país democrático donde la potestad de impartir justicia emana del pueblo y la misma debe ser administrada por Magistrados y Jueces probos, capaces, independientes, respetables, dignos e imparciales. Tengo más de 32 años de ejercer la profesión de manera independiente lo cual me ha obligado a visitar los Tribunales de Justicia y he sido testigo que en muchas oportunidades el sistema judicial ha sido inoperante e ineficaz, incapaz de garantizar la imparcialidad, eficiencia, buen servicio pero sobre todo crear una justicia pronta y efectiva. De loa anterior se deduce que necesitamos cambiarle la imagen y el prestigio al poder judicial. Es mi deseo formar parte de la Honorable Corte Suprema de Justicia, porque es un privilegio y un honor serlo; como Abogada creo y estoy dispuesta a ayudar dentro de mis posibilidades a un cambio dentro del sistema judicial hondureño que garantice el respeto de los derechos, garantías así como los deberes y obligaciones de los ciudadanos