Me motiva la posibirídad de ejecutar una profunda transformación (reforma) del Sistema de Justicia Hondureño, que nos permita establecer un verdadero Estado Democrático de Derecho, mediante el cual se pueda garantizar a los ciudadanos nacionales y extranjeros, la seguridad y estabilidad jurídica necesaria, el respeto a las Garantías Constitucionales vigentes, la plena observancia de los derechos humanos y el respeto ciudadano a la ley. Un Poder Judicial lo suficientemente creíble, imparcial y objetivo, conformado por Jueces y Magistrados capaces y alejados de cualquier influencia política, que apliquen correctamente las leyes es hasta el momento un sueño para los hondureños. Un sueño peñectamente alcanzable mediante sentencias y resoluciones fundadas y motivadas correctamente en la ley, fa doctrina, la jurisprudencia y los principios generales del derecho.